La historia fue tal que así. Después de un día de
pajareo familiar y de comer tranquilamente al sol en una terraza
mientras seguíamos la victoria de Rafa en el Open de Australia ya
dábamos por concluido el día y nos a acercamos a visitar el Centro de
Interpretación antes de coger el coche de vuelta.
Entonces, justo cuando íbamos a entrar, veo pasar por encima de
mi cabeza un gaviota blanca en dirección al puerto, así que abortamos la
visita y salimos corriendo detrás de ella. Al llegar donde parecía haber
aterrizado únicamente vimos un cormorán que estaba pescando pero al poco
la descubrimos paseando tranquilamente por el pantalán de la bocana del
puerto y eufóricos pudimos confirmar que se trataba de una gaviota polar
inmadura y empezamos a sacarle algunas fotos. En esas estábamos cuando
de repente sale corriendo el guía del Centro de Interpretación
prismáticos en mano y nos dice que le acaban de avisar de que hay un
búho nival posado la nave que hay al lado de la plaza de toros. Apenas a
cien metros de donde estábamos. Así que dejamos plantada a la rara
gaviota polar y allí nos fuimos, no sin antes pasar por el coche a
recoger el telescopio que ya habíamos guardado. Y el resto ya es
historia. Historia de la ornitología de España.
Llegamos de los primeros y nos fuimos antes de que
llegase la muchedumbre con la sensación de que el día había sido redondo
Esta Gaviota groenlandesa aparecio por la en la ensenada de Zeluán en Avilés unos días antes de Reyes. (Diciembre de 2020).
Víctor M. Campa 5 de Enero de 2021.