Cada día hay más y más garcillas bueyeras por el
pueblo. Forman grupos de unos pocas a varias decenas de individuos que
van siguiendo al ganado (de ahí su nombre) o se posan en campos recién
segados y se alimentan de insectos. Incluso las hemos visto comer
pequeños roedores. Las garcillas bueyeras son aves autóctonas, pero
hasta hace poco no se encontraban en el norte peninsular. Parece ser que hace unos
años las introdujo en Cantabria el zoo de Santillana del Mar donde
vivían en semi libertad y como se asocian al ganado, cosa que no falta
en Cantabria, desde allí se han expandido y están en aumento. Tienen un
comportamiento peculiar, por el día se reparten en grupos más o menos
pequeños para buscar comida y por la noche se juntan en dormideros de
cientos de individuos. Seguramente las garcillas que vemos por los
prados de Bezana, Soto y Prezanes, vengan desde Astillero donde existe
un dormidero enorme detrás de la marisma negra.
Aunque son parecidas a la garceta común, es fácil
distinguirlas porque la garceta común se alimenta de peces y por ello
siempre está en marismas o rías, como la de San Juan de la Canal, donde
puede pescar. Además, la garceta común tiene los pies amarillos y el pico
negro más afilado y adecuado para pescar.
El mismo ejemplar posando para las fotos.
Colonia de garcillas bueyeras en Astillero (Julio de 2020).
Plumaje nupcial con el característico penacho anaranjado de muchas de las garcillas bueyeras de la colonia.
Polluelos de garcilla bueyera en uno de los nidos de la colonia.
Juvenil de garcilla bueyera. De inicio lo confundi con una garceta común mezclada con las bueyeras, pero al fijarme pude comprobar que no tenia el pie amarillo.
Las garcillas bueyeras como su nombre indica se suelen encontrar asociadas al ganado vacuno, el cual no falta en las zonas soteñas de Cantabria.
Grupo de garcillas bueyeras en los prados de Soto de la Marina (Feb de 2020).
Víctor M. Campa, 1 de Abril de 2020.