Esta quisquilla es seguramente el ejemplar más grande que he visto en mi vida, incluidas las que veo de tapa en los bares. La cogimos en el pedrero del islote de Los Covachos durante las mareas vivas de San Agustín en Septiembre de 2019. Luego de fotografiarla la volvimos a dejar en su poza donde esperamos que siga viviendo mucho tiempo.
Aqui se ve a la quisquilla volviendo a su hogar bajo una gran roca una
vez liberada.